Quemado, Estirado y Diluido en Hierro Líquido: James Webb Revela los Impactantes Secretos del Exoplaneta WASP-121b
El Telescopio Espacial James Webb de NASA descubre química asombrosa y orígenes violentos en el infernal exoplaneta WASP-121b.
- Distancia de la Tierra: 900 años luz
- Temperatura Diurna: Más de 3,000°C (5,400°F)
- Duración de la Órbita: Solo 30 horas
- Descubrimiento Clave: Primera detección de monóxido de silicio en la atmósfera de un planeta
El cosmos acaba de aumentar la temperatura. El Telescopio Espacial James Webb (JWST) de NASA ha levantado el velo cósmico sobre WASP-121b, un planeta tan extremo que rompe las expectativas sobre cómo se comportan los mundos alienígenas.
Orbitando una estrella mucho más caliente y brillante que la nuestra, WASP-121b vive al borde—literalmente. Acercado tanto a su estrella que su lado diurno se calienta por encima de 3,000°C, este “Júpiter ultra caliente” está deformado en un mundo alargado, con forma de balón de fútbol. Los astrónomos descubrieron recientemente que podría incluso llover hierro fundido.
En un salto científico dramático, el JWST detectó pistas químicas que revelan cómo llegó a ser este inusual planeta—y por qué está reescribiendo las reglas sobre la formación y la supervivencia de los planetas.
Q: ¿Qué hace que WASP-121b sea uno de los planetas más extremos del universo?
WASP-121b no solo es caliente—es extremo. El planeta orbita a su estrella cada 30 horas, con un lado siempre mirando hacia su sol en pleno día, mientras que el otro lado languidece en una eterna noche. El día implacable calienta su superficie lo suficiente como para vaporizar metales, mientras que la noche se enfría “solo” a 1,500°C. En WASP-121b, el pronóstico del tiempo es simple: esperar lluvias de hierro fundido y fuerzas de marea aplastantes.
Pero lo que realmente impacta es cómo la química del planeta pinta un cuadro de desastre y transformación. El Espectrómetro de Infrarrojo Cercano (NIRSpec) del JWST captó firmas de vapor de agua, monóxido de carbono, metano y—por primera vez en cualquier lugar—gas de monóxido de silicio girando en una atmósfera planetaria.
Q: ¿Qué revelan estas moléculas sobre su pasado?
Los investigadores creen que WASP-121b no siempre ha vivido una vida tan peligrosa. Las pruebas apuntan a un origen en una región mucho más fría y lejana—comparable al reino helado más allá de Júpiter y Saturno en nuestro sistema solar. En aquel entonces, probablemente acumuló agua, metano y minerales rocosos mientras crecía.
Pero una lucha gravitacional cósmica lanzó a WASP-121b hacia su estrella. A medida que migraba, perdió acceso a algunos bloques de construcción, especialmente hielo rico en oxígeno, pero seguía consumiendo gases cargados de carbono. Este viaje dejó una huella química única, con más carbono que oxígeno flotando en su cielo.
¿Cómo descubrieron los astrónomos todo esto?
Al asomarse a este horno planetario, dos equipos de investigación internacionales liderados por Thomas Evans-Soma (Universidad de Newcastle, Australia) y Cyril Gapp (Instituto Max Planck de Astronomía, Alemania) utilizaron la sensibilidad sin precedentes del JWST. Sus modelos atmosféricos en 3D revelaron que moléculas como el metano—que se esperaba fueran destruidas por el intenso calor—de alguna manera sobreviven, reapareciendo en el lado nocturno del planeta.
La presencia de monóxido de silicio es especialmente reveladora. En la Tierra y en la mayoría de los otros planetas, el monóxido de silicio se encuentra atrapado en rocas. Su detección en WASP-121b sugiere que asteroides antiguos chocaron contra el mundo infantil, sus minerales vaporizándose bajo el intenso calor. Esta mezcla persistió mientras el planeta se movía hacia adentro, su “vapor de piedra” ahora girando en el cielo alienígena.
¿Por qué este descubrimiento es tan importante para la ciencia?
WASP-121b está desafiando los modelos de cómo las atmósferas sobreviven en exoplanetas ardientes. La inesperada mezcla vertical—donde el metano es arrastrado hacia arriba desde capas más frías—desafía lo que los astrónomos pensaban haber comprendido. Adaptar estos nuevos modelos podría revelar secretos sobre los cientos de “Júpiter calientes” dispersos por nuestra galaxia.
Y la detección de monóxido de silicio demuestra que el JWST es capaz de reescribir la ciencia planetaria, molécula por molécula.
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¿Cómo puedes mantenerte al día con los próximos grandes descubrimientos espaciales?
El Telescopio Espacial James Webb apenas ha comenzado a desentrañar los misterios de exoplanetas como WASP-121b. A medida que lleguen nuevos datos, espera revelaciones sobre mundos aún más extraños—algunos que incluso pueden desafiar nuestras ideas sobre la vida en el universo.
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Lista de Resumen: Qué Saber Sobre la Infernal Atmósfera de WASP-121b
- Orbita su estrella cada 30 horas—tan cerca que casi está desgarrado
- Temperatura del lado diurno: 3,000+°C, lado nocturno: 1,500°C
- JWST encontró vapor de agua, monóxido de carbono, metano y monóxido de silicio
- La química sugiere que migró desde una órbita más fría y distante
- Desafía a los científicos a repensar cómo se forman y sobreviven los exoplanetas extremos
Permanece atento mientras la búsqueda de rarezas cósmicas como WASP-121b continúa. No te pierdas el próximo gran avance—mantén tus ojos en las estrellas!